Vallejos abogó por priorizar la vida y cuestionó la resistencia de las corporaciones y las elites económicas

En medio del avance sostenido y acelerado de casos de Covid-19, la diputada nacional Fernanda Vallejos fijó posición en pos de “diseñar estrategias que tengan en su base el principio precautorio y la prioridad de salvar vidas”. 

A través de su cuenta de twitter, agregó que “si vamos al terreno de lo económico, es evidente que mayores restricciones exigen una política económica que se subordine a la política sanitaria”, señalando como un obstáculo a superar “la resistencia de los sectores que tienen más espalda para contribuir con el conjunto de la comunidad nacional”. 

Vallejos afirmó que, para sostener un cierre estricto por, al menos, 15 días o un mes, en sectores críticos, con restricciones al transporte público y que clausure la nocturnidad, “la asistencia económica del Estado a los sectores que se verían perjudicados, es ineludible”.

En ese sentido, y frente a las restricciones que presenta el frente presupuestario llamó a “observar cómo se comportaron los países desarrollados para reconstruir sus economías y sus sociedades a la salida de las grandes guerras”. Y agregó que “entre las respuestas más comunes estuvieron los elevadísimos impuestos sobre las riquezas y sobre las ganancias extraordinarias (de las empresas) que recayeron sobre los sectores más privilegiados”.

De acuerdo con el citado estudio de la Universidad Nacional de Quilmes, acerca de qué tipo de medidas debería adoptar el gobierno ante la suba de casos, el 40% de los encuestados opinó que las medidas deberían ser muy estrictas y otro 23% avaló los aislamientos intermitentes. Asimismo, el 55% estuvo de acuerdo con volver a las restricciones de abril y otro 35%, aun en desacuerdo manifestó que las respetaría. Sólo un 10% afirmó que no estaría dispuesto a respetar las medidas de cuidado dispuestas por las autoridades públicas.

“Es decir que la mirada, tan difundida, de que ‘la gente está harta…’ no expresa la mirada de la mayoría, sino de una minoría, probablemente intensa y, sin dudas, sobredimensionada por y sobrerrepresentada en los grandes medios de comunicación”, puntualizó la diputada.

Vallejos agregó que esos medios “tienden a expresar la mirada interesada de quienes desean sostener y aun incrementar su rentabilidad y para eso necesitan que todo siga como si nada, con cada trabajador y trabajadora en su puesto y, como condición necesaria, con los chicos y chicas en las escuelas”.

Desde el gobierno bonaerense, el jefe de gabinete de Axel Kicillof, Carlos Bianco, informó que están trabajando, junto con las autoridades nacionales y porteñas, frente a “la situación epidemiológica en el AMBA”, para tomar “medidas concretas para reducir la circulación y la cantidad de contagios”.

Por su parte, Nicolás Kreplak, el segundo del ministerio de Salud bonaerense remarcó que “estamos frente a una situación muy preocupante” y reclamó “no salgamos de casa: hagamos sólo lo esencial”. Vallejos respaldó a Axel Kicillof, de quien dijo que “valora la vida y está dispuesto a tomar las medidas necesarias para protegerla. Pero también conoce la economía argentina y las cuentas públicas y, por lo tanto, su mirada vale doble”. 

Las largas colas de personas para hisoparse en hospitales públicos porteños y bonaerenses y los colapsos en los sistemas sanitarios demuestran la gravedad de la situación. Por caso, el intendente del municipio de Escobar, Ariel Sujarchuk, reconoció ayer que la situación de los contagios de Covid-19 en ese distrito del conurbano "es compleja" y sostuvo que el sistema municipal "está al borde del colapso".

Las advertencias también provinieron de expertos en salud del sistema privado. El presidente de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, sostuvo que en ese sector "la ocupación de terapia intensiva es del 90%". Y advirtió: "No estamos logrando transmitir la gravedad de lo que está pasando".

Ante este cuadro de situación, Vallejos pidió “organizar la economía, la producción y el trabajo, partiendo del principio fundamental de que la vida es el bien más preciado a proteger” y abogó por “apelar al teletrabajo tanto como sea posible y, en el mismo sentido, con todas las actividades donde la presencialidad pueda ser suplantada por otros formatos (como la educación)”, además de “ser muy estrictos con los protocolos sanitarios en los establecimientos productivos donde el teletrabajo no es una opción”. Consideró fundamental “proteger a los más vulnerables, para lo que la respuesta del Estado es indelegable” y abogó por políticas para que, además de hacer uso de la soberanía monetaria, haya mayor contribución de “los sectores que tienen más espalda”.