Durante la recorrida por la fábrica de alimentos, pudieron ver en funcionamiento toda la maquinaria de industria nacional de procesamiento de la verdura fresca, el deshidratador de vegetales y las áreas de envasado y depósitos.
La planta tiene hoy capacidad para producir 150 mil raciones diarias de diferentes variedades de guisos deshidratados que se entregarán a familias de bajos recursos. Tras la recorrida, Tauber explicó “todos los días trabajamos por un modelo de universidad con compromiso social; tenemos una agenda académica y científica que converge y va en la misma dirección de las demandas y necesidades que tiene nuestra sociedad”.
El titular de la UNLP agregó además que “compartimos con los municipios de la región la idea de que este modelo siga creciendo y que tenga articulación plena con los organismos del Estada para poder intervenir en la planificación y ejecución de políticas públicas. Nuestras fábricas sociales existen, son hechos concretos que hay que saber aprovechar y ponerlas al servicio de los que menos tienen: hay que fabricar alimentos para los que pasan hambre y construir viviendas dignas para quienes no tienen techo”, concluyó Tauber.
Por su parte, Cagliardi destacó que “esta planta es un aporte fundamental de la Universidad, que la pone a disposición de los municipios de la región y de los propios productores hortícolas de la zona. De esta manera la UNLP no sólo genera profesionales, sino que suma su conocimiento para ayudar a los que menos tienen”.