La urgencia de controlar el agua en Buenos Aires ante la presencia de arsénico

Esta alertas alcanza a decenas de municipios, muchos de ellos ubicados en el corredor de la Ruta 5 y zonas rurales, donde el agua proviene de pozos o napas, y en algunos casos supera los 50 partes por billón (ppb), lo que implica un riesgo elevado para el consumo humano.


Frente a este panorama, se vuelve esencial el rol de laboratorios especializados como Laboratorio Lister (www.lablister.com.ar), ya que el arsénico no presenta olor, color ni sabor, y por lo tanto no puede detectarse sin un análisis químico.

“Solo a través de estudios de laboratorio se puede determinar si el agua es segura o si tiene niveles tóxicos que exceden los estándares internacionales”, expresó la Bioquímica, Marina Carballo (MP 5429). “Además, estos análisis permiten identificar con precisión la concentración de arsénico, lo que es clave para definir estrategias de mitigación —como tratamiento del agua o el uso de fuentes alternativas”, concluyó.

La importancia sanitaria es enorme. La exposición prolongada al arsénico está asociada a enfermedades graves como ciertos cánceres (de piel, pulmón, vejiga, riñón), afecciones cardiovasculares y neurológicas, así como problemas durante el embarazo.

En muchas localidades, habitantes consumen agua contaminada sin saberlo, lo que convierte al arsénico en un “enemigo invisible”.

Por eso, contar con un laboratorio confiable es clave no sólo para informarse, sino para tomar decisiones que protejan la salud de las familias.