"La obligación del Estado es ayudar a las víctimas y luego hacerse cargo de las negligencias en la concesión del servicio "

Ante las requisitorias periódistas, el ex senador provincial de la CC, Javier Mor Roig, expresó que "Ahora se debe dar prioridad a la ayuda y asistencia de las víctimas y sus familias" por sobre cualquier crítica a las negligencias técnicas y administrativas en la conseción a TBA, teniendo en cuenta el dolor de tantas familias argentinas, pero advirtió que "este tipo de fatalidades que podrían evitarse, tienen responsables concretos". Mor Roig se mostró, como todos los argentinos, sumamente consternado por la tragedia ocurrida en plaza Once señalando que "es muy triste que tengamos que lamentar fatalidades que podrían evitarse y provocarle tanto dolor a familias que confiaban en la seguridad de los ferrocarriles y en los controles sobre ellos", pero agregó "en este momento el Estado debe ayudar de todas las maneras posibles a las víctimas y empezar a hacerse cargo de las negligencias que llevaron a que el mismo se produjera". Luego, remarcó que: "Esto responde a la matriz corrupta del manejo de los servicios públicos del gobierno que poco le importa el bienestar de la población, lamentablemente este tipo de tragedias se repite a diario no solo en las vías del ferrocarril sino en las rutas argentinas cargadas de falta de mantenimiento e inversión, tragedias como las de las de Once pueden repetirse en cualquier momento" El ex candidato a intendente platense añadió en este marco que "sería muy bueno que el subsidio a TBA, con el cual nada se hizo para mejorar el servicio en todas sus estructuras y que nadie controló, sea distribuido entre los damnificados como un paliativo considerando que, lamentablemente, no le podemos devolver la vida que perdieron". "No alcanza con lamentarse, hay que hacer más por estos compatriotas que sufren las trágicas consecuencias de políticas equivocadas que muestran un marcado desinterés por el bienestar del pueblo y que rozan con hechos de corrupción", opinó. Mor Roig, aseveró posteriormente que: "No escapa a nadie que este tipo de fatalidades previsibles y evitables tienen responsables concretos, que no comprendería solamente a la empresa concesionaria, sino también al Estado mismo que es en definitiva el responsable por excelencia de esta tragedia", agregando asimismo que "con los informes que le fueron elevados, como así también a la justicia, nadie hizo nada y dejaron que el servicio siga siendo malo y peligroso pero muy bien subsidiado". Finalmente, Mor Roig cuestionó que la Presidente no haya dado la cara y que nada haya dicho sobre el triste episodio, ni siquiera solidarizarse con las víctimas, lo que habla por un lado de su insensibilidad, y por el otro, seguramente, con algún sentido de culpa por sus políticas erróneas en esta cuestión". Lo de Schiavi -afirmó- "no merece comentarios, ya la sociedad juzgó su mediocridad, pero sería bueno que en lugar de presentarse como querellante, el Estado reconozca su complicidad y se vaya elaborando un sumario interno para deslindar resposabilidades, como una muestra de respeto al pueblo, mientras la Justicia procede a la investigación de la que los hermanos Cirigliano deberían ser principales protagonistas por su aparente desidia e ineficaz administración de la concesión".