El problema de la violencia social no es de género

Luego de los espantosos sucesos que se vivieron en Mar del Plata en los últimos días, sin dudas el más atroz la violación y posterior asesinato  de Lucia Pérez, se realizó una importante protesta que se denominó Paro Nacional de Mujeres.  

Este reclamo de más seguridad y en defensa de las mujeres que se iniciara años atrás con el “Ni una Menos” es absolutamente justo, sin embargo no alcanza para contener a la totalidad de la población, muchos se preguntan        ¿por qué no plantear que una vida es una vida más allá del genero? ¿Por qué no se discute que la violencia es una problemática social?

Más allá del nombre de las victimas, es hora de empezar a ocuparnos de la inseguridad, la violencia, el narcotráfico y la marginalidad con un concepto más amplio, o ¿alguien puede pensar que el papá de Lucia sufre menos que su mamá por ser hombre?

Los sentimientos no tienen género ni ideología, y por lo tanto no deben enmarcarse en una falsa antinomia, quien puede especular que existe un enfrentamiento entre géneros, los violentos son violentos más allá de ser hombres o mujeres y el repudio debe ser contra toda clase de violencia o discriminación.

La sociedad Argentina se encuentra ante un desafío que no debe dejar actores fuera de la discusión, que exige que todos los sectores políticos y sociales estén representados y este desafío es el de lograr un país que merezca ser vivido, con justicia, con seguridad, con inclusión y con equidad.

Porque si se llega a una sociedad más justa, con mayor inclusión y con equidad seguramente los problemas de violencia disminuyan notablemente, esto no quiere decir que estos desaparezcan pero seguramente serán la excepción y la sociedad dejara de naturalizar la violencia y la muerte como puede llegar a suceder si no se hace algo rápidamente.