Detectan disfunciones para mejorar la oralidad en pacientes hipoacúsicos

Las escuelas de sordos e hipoacúsicos priorizan el aprendizaje bilingüe como proceso indispensable para la sociabilización, inserción e inclusión en el mundo oyente. La comunicación se inicia a través de la lengua de señas, luego la lectura lectolabial, para pasar finalmente a oralizar.

Interactuando con niños y docentes de estas instituciones, un equipo de extensionistas de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de La Plata realiza un diagnóstico precoz para detectar disfunciones que impiden la competencia para comunicarse en forma oral.

Los destinatarios de este trabajo son alumnos de entre 2 y 18 años, padres, docentes y auxiliares de la Escuela Santa María, un establecimiento para la educación de niños sordos, ubicada en calle 26 y 47 de La Plata.

Adriana Gamino, directora del proyecto, explicó que “conservar la arcada dentaria a través de medidas preventivas para lograr una buena fonación, detectar precozmente disfunciones, hábitos que perjudican el desarrollo de las estructuras orales para alcanzar la oralización, son objetivos fundamentales de nuestro trabajo”

“Lo primero que hace el equipo de trabajo es entender, conocer e incorporar los códigos y símbolos del lenguaje de señas, para luego asesorar a los destinatarios del proyecto sobre medidas de autocuidado de salud oral a través de una comunicación bilingüe, (oralidad y lengua de señas)”, remarcó Gamino.

Se diagnostica la competencia labial, deglución normal o atípica, inserción de frenillos, función lingual, función respiratoria, paladar, conservación de la arcada, tejidos duros y blandos que permitirán evaluar su adaptación para la oralización.

Por su parte, Claudia Mendes, codirectora del proyecto  agregó que “también se trabaja con una fonoaudióloga de la institución para rehabilitación funcional de lo detectado en el diagnóstico. Luego se derivan a la clínica de alta complejidad de la Facultad de Odontología de la UNLP para su tratamiento correspondiente y de ser necesario con ortodoncia”.

Los extensionistas también se ocupan de relevar los índices de placa bacteriana y otros indicadores de riesgo sanitario, para posteriormente ejecutar programas preventivos básicos y adicionales de acuerdo al nivel de riesgo o actividad bucal preestablecida, respecto de la dieta.

En este contexto, se realizan charlas de educación para la salud bucal en la escuela dirigidas a maestros, padres y educandos efectuada por los alumnos participantes y docentes integrantes del proyecto.

Para complementar la tarea de la enseñanza sanitaria, alumnos y docentes extensionistas ofrecen estas charlas en la lengua de señas, comunicando conceptos como salud – enfermedad, acción de la placa bacteriana, asesoramiento dietético, enseñanza de técnica de cepillado del flúor, promoción de hábitos higiénicos para la salud bucal, entre otros.