De la Torre le marca la cancha a Montenegro

El ministro de Gobierno de la provincia, Joaquín De la Torre, fue uno de los funcionarios de la gestión Vidal que fueron enviados a Mar del Plata para ordenar la situación política de la ciudad, a causa del malestar que causo en gran parte de la sociedad marplatense la gestión de Carlos Arroyo.

Sin embargo esta no fue la única misión del ministro, ya que siguió viajando a la ciudad feliz para armar la candidatura de Guillermo Montenegro, pero después de las PASO algo cambio y Montenegro se “cortó solo”, según indicaron desde sectores olvidados por Montenegro.

En estos días la relación entre De la Torre y Montenegro no pasa por su mejor momento, un ejemplo de esto es la disputa por la presidencia del Concejo Deliberante entre el sector que respalda De la Torre y la Unión Cívica Radical. "A mí Montenegro, antes del cierre, me dijo que iba a ser para Alejandro Carrancio. No entiendo por qué hay disputa de algo que ya fue dado", afirmó De la Torre en declaraciones a la prensa.  

“Nosotros apoyamos a Montenegro porque es la persona que mejor representaba nuestras ideas, la voluntad de la gobernadora y lo acompañamos durante dos años, cuando avisó que iba a ser. Y a pesar de que todo el run run decía que no había ninguna posibilidad de que le ganara a Baragiola en la interna, nosotros seguimos acompañando. Estuvimos en el lanzamiento, en el cierre. Lucas Fiorini, Alejandro Carrancio y Martín Abonjo, armaron una estructura de campaña, de fiscalización muy fuerte, que terminó en un gran triunfo sobre Baragiola contra todos los pronósticos en Mar del Plata. Ahí estábamos felices” indicó el ministro vidalista

Lo cierto es que no solamente De la Torre muestra su disgusto, también existen otros grupos que denuncian que Montenegro se está rodeando mal, “quiere un gabinete con gente del pasado”

Algo está quebrado entre Montenegro y algunos grupos políticos que lo apoyaron para ganar la PASO y la elección, promesas incumplidas y silencio de radio, el tiempo dirá como sigue esta sociedad que parece ya no existir, lo concreto es que si Montenegro no reconstruye con viejos aliados y busca nuevos consensos el manejo del Consejo Deliberante será muy complejo.