El vicepresidente Académico de la Universidad Nacional de La Plata, Dr. Arq. Fernando Tauber, inauguró esta mañana la obra de restauración, puesta en valor y refuncionalización del histórico edificio del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), un centro de excelencia, emplazado en el predio del Polo Científico -Tecnológico ubicado en el boulevard 120 entre 60 y 64.
Estuvo acompañado por el decano de Ciencias Exactas, Mauricio Erben y el director del Instituto, Félix Requejo. También participó del acto el secretario de Ciencia y Técnica, Nicolás Rendtorff; el secretario de Planeamiento, Obras y Servicios, Diego Delucchi; el titular de CCT-CONICET La Plata, Gonzalo Veiga, investigadores y técnicos que se desempeñan en los diferentes laboratorios.
El INIFTA es un emblemático edificio de 5.373 m2, que se levanta en diagonal 113 y 64 y fue construido en la década del ‘60. Es una institución pionera abocada al estudio de problemas de investigación científica básicos y aplicados en el campo de la química, en general, de la fisicoquímica, en particular, y actividades de asesoramiento y extensión.
Desde la secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios de la UNLP señalaron que “la obra de reparación y puesta en valor del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas abarcó una intervención sobre más de 5000 metros cuadrados del edificio original de 1968 y sus anexos.
En ese instituto se desarrollan actividades clave de investigación y formación de recursos humanos desde hace varios años. Los arquitectos explicaron que “tanto el exterior como los interiores del edificio, junto con sus instalaciones y mobiliario, presentaban un desgaste significativo y problemáticas propias de sus más de 50 años en servicio. Esta situación se acentuaba por el uso de tecnologías que requerían un mantenimiento excesivo y generaban costos difíciles de afrontar”.
Tras recorrer el edificio, Tauber fue recibido en el Salón Auditorio por un centenar de investigadores, técnicos, personal de apoyo y administrativos. Allí, al hacer uso de la palabra, el vicepresidente de la UNLP compartió su emoción con los presentes: “es una gran alegría estar aquí celebrando con todos ustedes.
Luego hizo un breve repaso de la historia y recordó que “este edificio fue construido entre los años 1968 y 1973. Fue una construcción de enorme calidad para su tiempo, pero desde esa época hasta hoy se sostuvo en sus funciones con parches y arreglos parciales, y sobre todo gracias a su robustez constructiva”.
Al referirse a la obra, Tauber aseguró que “la titánica restauración, puesta en valor y refuncionalización de este edificio fue una decisión política. Tenemos que tener en cuenta que, cuando asumió el actual Gobierno Nacional, nos quedamos sin financiamiento a mitad de camino; y decidimos seguir adelante con recursos propios de la UNLP.
Habíamos recibido sólo 300 millones de pesos para un presupuesto de obra pautado en 5.500 millones de pesos”, detalló.
Y agregó: “fue un esfuerzo presupuestario monumental, pero lo hicimos con la convicción de que Argentina sólo tiene futuro a partir de la ciencia y el conocimiento soberano. Esta es la obra más cara en términos de recursos propios de la UNLP en los últimos 30 años de historia. Y la hicimos en el peor momento de financiamiento para el sistema científico y universitario”, destacó el vicepresidente.
“Hubo decisión política, coraje y convicción para afrontar una verdadera tormenta de arena, gestionando y administrando los recursos de la Universidad de la manera más eficiente”, sintetizó. “El INIFTA es una de las naves insignia del desarrollo científico de nuestra Universidad y de la región, por ello asumimos el compromiso de ponerlo en valor para que nuestros investigadores trabajen con las comodidades y el equipamiento necesario que necesitan para el desarrollo de sus tareas”, enfatizó Tauber.
Y finalmente concluyó: “El conjunto de la Universidad tiene que encontrar en el conocimiento la salida para agregar valor a nuestros vastos recursos. Nosotros debemos defender la condición que la Argentina multiplica sus políticas de inclusión si produce conocimiento, no si lo compra”.
Por su parte, Mauricio Erben agradeció a la UNLP y a toda la comunidad “por el esfuerzo y el compromiso para poder tener un edificio realmente nuevo. Si hoy estamos acá es porque hubo voluntad política de invertir en ciencia pública”.
“Ahora tenemos la responsabilidad de dar respuesta a lo que nos plantean, que es demostrar que vale la pena invertir en el sistema científico nacional. Vamos a demostrar que esta inversión es para más soberanía, más desarrollo científico tecnológico al servicio de una patria más justa”, subrayó el decano.
A su turno, el director del INIFTA señaló: “esta obra no es un resultado aleatorio, sino que es el resultado del esfuerzo sostenido de muchos actores y de la gestión permanente en diferentes escalas”. Y recordó: “caído el programa Construir Ciencia, la UNLP tuvo la voluntad política de financiar la continuidad y finalización de las obras. Sin esa decisión de la Universidad de hacer un inmenso esfuerzo presupuestario, esto no hubiera sido posible”.
Para el titular del CCT La Plata, “la UNLP no solo puso en valor el edificio, sino que con ello recuperó la enorme capacidad científica de este instituto, luchando con viento de frente. Por eso felicito a la Universidad y a la comunidad del INIFTA por este logro que es un orgullo para el sistema científico argentino”.
Un poco de historia
Cabe recordar que en 2023 el vicepresidente Tauber firmó un acuerdo que establecía que el entonces ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, a través del Programa Federal Construir Ciencia, destinaría cerca de 5 millones de dólares para su recuperación integral y funcional.
Finalmente, con el cambio de gestión a nivel nacional, ese financiamiento se hizo efectivo en poco menos del 10% de lo comprometido, de manera que la UNLP fue la que garantizó la continuidad de los trabajos con recursos propios.
Las actividades del INIFTA son apoyadas por UNLP y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), a través de un convenio de asociación entre ambas instituciones. Además, se llevan a cabo trabajos de investigación con el apoyo de otras instituciones a nivel nacional e internacional. Actualmente, 240 docentes e investigadores desarrollan tareas de investigación básica y aplicada en el campo de la Fisicoquímica y disciplinas afines.
Los detalles de la obra de restauración, puesta en valor y refuncionalización
Los trabajos de puesta en valor involucraron la recuperación general de toda su envolvente, la impermeabilización de cubiertas, reconstrucción de paramentos, recambio de carpinterías y elementos metálicos de fachada, reubicación de equipos de aire acondicionado, limpieza, pintura y protección contra aves.
Además, se llevó adelante una redefinición de locales y recuperación general de construcciones y acabados internos: desmonte y construcción de tabiques, recambio de pisos, reemplazo de cielorrasos, tabiques divisorios, mobiliario y pintura.
También se ejecutaron trabajos de renovación de núcleos sanitarios (baños y office) y renovación general de instalaciones troncales y periféricas: eléctricas, iluminación, sanitarias, termomecánicas y datos.
“Como complemento de las tareas de puesta en valor –indicaron los arquitectos de la UNLP- surgió la necesidad de adecuar su lógica funcional interior, ya que el edificio fue concebido con características técnicas y funcionales “de avanzada” para su época, pero las dinámicas constantes de las diferentes disciplinas ameritaban una redefinición integral de los sitios de trabajo. Por ello, fue prioridad incluir en esta tarea la refuncionalización de los diferentes espacios de trabajo de manera que puedan brindar condiciones óptimas para las demandas contemporáneas, re-zonificando el edificio para alojar adecuadamente los espacios de trabajo, investigación, oficinas para investigadores, oficinas para becarios, talleres de apoyo y administración.
En síntesis, los trabajos abarcaron: reemplazo de la instalación eléctrica principal y el tablero de potencia; reparación y ampliación del servicio de extinción de incendio por hidrantes; reemplazo de los sistemas de desagües cloacales y pluviales; reemplazo de la montante de provisión e impulsión de agua; reparación de ascensores; reemplazo del sistema contra descargas atmosféricas (pararrayos); reemplazo de los sistemas de redes de internet, alarma contra intrusos y la instalación de un nuevo sistema de detección de incendios; renovación total de baños (con sus artefactos) y cocinas; incorporación de nuevos ductos de extracción de gases para laboratorios y talleres.
En materia de seguridad, se priorizó la utilización de materiales resistentes al fuego, disminuyendo considerablemente la carga combustible. Por ejemplo, las nuevas tabiquerías divisorias de doble placa de yeso tienen una resistencia al fuego de 60 minutos, y los cielorrasos, cableados, canalizaciones y pisos están realizados con materiales de baja propagación de llama. Complementariamente, se reemplazaron las puertas de salida de emergencia en el bloque de laboratorios y se reacondicionó la vía de evacuación con la instalación de una escalera exterior metálica.
En cuanto a la elección de colores, se decidió que en los espacios de trabajo predominara el blanco en muros y cielorrasos, contrastando con el piso, algo más oscuro. Este criterio maximiza la devolución de luz natural hacia los planos de apoyo y minimiza el uso de luz artificial.
Esta decisión, sumada al reemplazo total de luminarias por tecnología LED, la incorporación de acondicionadores de aire de clase A o superior y una instalación sin fugas, resulta en una mayor eficiencia energética y una disminución considerable del consumo eléctrico.
Con respecto a la sustentabilidad en el tiempo, se adoptó el criterio de que la totalidad de los materiales utilizados fueran de fácil obtención en el mercado local, prefiriendo sistemas de construcción e instalación de probada eficacia y que cumplieran con las normativas vigentes.
Para el mobiliario de laboratorios y oficinas, se optó por desarrollar una línea simple que pudiera responder a las diversas situaciones que se encuentran en las distintas áreas, en varios casos conviviendo con el mobiliario existente, pero adoptando un criterio unificador e institucional. Predominan los laminados neutros en muebles de guardado y superficies de trabajo en oficinas, y granitos con soportes metálicos para mesadas en laboratorios.
“Esta obra marca el inicio de un nuevo camino, más consistente con lo que representa esta institución y fuertemente vinculado a la innovación y a la mejora permanente. Un camino de ciencia, tecnología y formación de recursos que continuará desarrollándose en estos espacios, ahora renovados para seguir por mucho más”, remarcaron desde la secretaría de Planeamiento.
Cabe recordar que en 2023 el vicepresidente Tauber firmó un acuerdo que establecía que el entonces ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, a través del Programa Federal Construir Ciencia, destinaría cerca de 5 millones de dólares para su recuperación integral y funcional.
Finalmente, con el cambio de gestión a nivel nacional, ese financiamiento se hizo efectivo en poco menos del 10% de lo comprometido, de manera que la UNLP fue la que garantizó la continuidad de los trabajos con recursos propios.
Las actividades del INIFTA son apoyadas por UNLP y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), a través de un convenio de asociación entre ambas instituciones. Además, se llevan a cabo trabajos de investigación con el apoyo de otras instituciones a nivel nacional e internacional. Actualmente, 240 docentes e investigadores desarrollan tareas de investigación básica y aplicada en el campo de la Fisicoquímica y disciplinas afines.
Los detalles de la obra de restauración, puesta en valor y refuncionalización
Los trabajos de puesta en valor involucraron la recuperación general de toda su envolvente, la impermeabilización de cubiertas, reconstrucción de paramentos, recambio de carpinterías y elementos metálicos de fachada, reubicación de equipos de aire acondicionado, limpieza, pintura y protección contra aves.
Además, se llevó adelante una redefinición de locales y recuperación general de construcciones y acabados internos: desmonte y construcción de tabiques, recambio de pisos, reemplazo de cielorrasos, tabiques divisorios, mobiliario y pintura.
También se ejecutaron trabajos de renovación de núcleos sanitarios (baños y office) y renovación general de instalaciones troncales y periféricas: eléctricas, iluminación, sanitarias, termomecánicas y datos.
“Como complemento de las tareas de puesta en valor –indicaron los arquitectos de la UNLP- surgió la necesidad de adecuar su lógica funcional interior, ya que el edificio fue concebido con características técnicas y funcionales “de avanzada” para su época, pero las dinámicas constantes de las diferentes disciplinas ameritabann una redefinición integral de los sitios de trabajo. Por ello, fue prioridad incluir en esta tarea la refuncionalización de los diferentes espacios de trabajo de manera que puedan brindar condiciones óptimas para las demandas contemporáneas, re-zonificando el edificio para alojar adecuadamente los espacios de trabajo, investigación, oficinas para investigadores, oficinas para becarios, talleres de apoyo y administración.
En síntesis los trabajos abarcaron: reemplazo de la instalación eléctrica principal y el tablero de potencia; reparación y ampliación del servicio de extinción de incendio por hidrantes; reemplazo de los sistemas de desagües cloacales y pluviales; reemplazo de la montante de provisión e impulsión de agua; reparación de ascensores; reemplazo del sistema contra descargas atmosféricas (pararrayos); reemplazo de los sistemas de redes de internet, alarma contra intrusos y la instalación de un nuevo sistema de detección de incendios; renovación total de baños (con sus artefactos) y cocinas; incorporación de nuevos ductos de extracción de gases para laboratorios y talleres.
En materia de seguridad, se priorizó la utilización de materiales resistentes al fuego, disminuyendo considerablemente la carga combustible. Por ejemplo, las nuevas tabiquerías divisorias de doble placa de yeso tienen una resistencia al fuego de 60 minutos, y los cielorrasos, cableados, canalizaciones y pisos están realizados con materiales de baja propagación de llama. Complementariamente, se reemplazaron las puertas de salida de emergencia en el bloque de laboratorios y se reacondicionó la vía de evacuación con la instalación de una escalera exterior metálica.
En cuanto a la elección de colores, se decidió que en los espacios de trabajo predominara el blanco en muros y cielorrasos, contrastando con el piso, algo más oscuro. Este criterio maximiza la devolución de luz natural hacia los planos de apoyo y minimiza el uso de luz artificial.
Esta decisión, sumada al reemplazo total de luminarias por tecnología LED, la incorporación de acondicionadores de aire de clase A o superior y una instalación sin fugas, resulta en una mayor eficiencia energética y una disminución considerable del consumo eléctrico.
Con respecto a la sustentabilidad en el tiempo, se adoptó el criterio de que la totalidad de los materiales utilizados fueran de fácil obtención en el mercado local, prefiriendo sistemas de construcción e instalación de probada eficacia y que cumplieran con las normativas vigentes.
Para el mobiliario de laboratorios y oficinas, se optó por desarrollar una línea simple que pudiera responder a las diversas situaciones que se encuentran en las distintas áreas, en varios casos conviviendo con el mobiliario existente, pero adoptando un criterio unificador e institucional. Predominan los laminados neutros en muebles de guardado y superficies de trabajo en oficinas, y granitos con soportes metálicos para mesadas en laboratorios.
“Esta obra marca el inicio de un nuevo camino, más consistente con lo que representa esta institución y fuertemente vinculado a la innovación y a la mejora permanente. Un camino de ciencia, tecnología y formación de recursos que continuará desarrollándose en estos espacios, ahora renovados para seguir por mucho más”, remarcaron desde la secretaría de Planeamiento.